Durante los últimos 50 años, el transporte ha estado dominado por vehículos privados propulsados por motores de combustión. Esta forma de movimiento ha dotado a los usuarios de un alto grado de libertad al permitirles llegar prácticamente a cualquier lugar. Sin embargo, su adopción masiva en las ciudades y la concentración de personas en estas áreas también ha provocado congestión, contaminación y una reducción de la habitabilidad de las urbes.
Por esta razón, la mayoría de las ciudades están comenzando a abordar estos problemas mediante la implementación de una serie de estrategias como imponer tarifas de congestión, restringir el acceso de ciertos vehículos a la ciudad, mejorar y promover el uso del transporte público y multimodal, la implantación de nuevos servicios de movilidad y la mejora en la experiencia del viaje.1
Los siguientes gráficos muestran diferentes medidas implementadas por algunas ciudades para evitar los vehículos privados dentro de sus núcleos urbanos: Berlín con una de las zonas de bajas emisiones (ZBE) más restrictivas de Europa, Londres una de las primeras ciudades donde se implementaron las tarifas por uso de vehículo privado dentro de la urbe (2001) y París donde los automóviles matriculados antes de 2006 no están permitidos en la ZBE afectando a 5,6 millones de personas.
Además, las urbes están impulsando tanto el transporte público como otras formas de movilidad para mantener las dinámicas de las ciudades de una manera más eficiente y así resolver los problemas de contaminación y congestión:
Desde Marzo del 2020, el transporte público en Luxemburgo es gratuiito en todo el país y para todos los modos de transporte: tranvías, trenes y autobuses ya sean urbanos o interurbanos
Helsinki implementará un servicio de movilidad bajo demanda que pretende reducir la flota de vehículos privados para el 2025. Los ciudadanos tendrán a su disposición diferentes formas de movilidad fáciles de usar, baratas e integradas que podrían desanimar a los usuarios a tener vehículos en propiedad.
Mobility Mixx, en operación en Países Bajos, es un servicio integrado que ofrece diferentes formas de transporte en un un único billete. Este servicio incluye: transporte público, alquiler de vehículos, servicios conpartidos, bicicletas, taxis e incluso pago de gasolina.
Hoy en día, 280 ciudades europeas están implementando restricciones al vehículo privado en sus planes urbanos y, en los últimos años han surgido en las ciudades nuevos servicios de movilidad como el bikesharing, e-scooter sharing, motosharing, carsharing and ridehailing, que han alterado los modelos tradicionales de planificación del transporte.
Por tanto, ¿están las ciudades cambiando sus dinámicas tradicionales de movilidad mediante el impulso de la red de transporte público y el MaaS (Mobility as a Service) en favor de la sostenibilidad?
“El urbanismo funciona cuando el viaje es tan atractivo como el destino”
Paul Goldberger
1- https://urban.jrc.ec.europa.eu/thefutureofcities/mobility#the-chapter
Laura López Vicente – Técnico de Tráfico